Ley de Segunda Oportunidad
RequisitosSer deudor de buena fe.
No tener bienes suficientes.
Deuda menor a 5.000.000€
VentajasGanar tiempo.
Congelar intereses.
Detener ejecuciones.
Obtener quitas y esperas.
Salir de ficheros.
Eliminar deudas.
DesventajasLiquidar el patrimonio.
Procedimiento con gastos asociados.
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SALIR DE DEUDAS.

Saber qué es la Ley de Segunda Oportunidad y cómo acogerse a ella puede representar la diferencia entre salir de deudas o permanecer insolvente por tiempo indefinido.

En este post explicaremos todo lo relacionado a este instrumento jurídico: objetivo, requisitos, ventajas y desventajas.

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¿Qué es la Ley de Segunda Oportunidad?

Ley de Segunda Oportunidad en biblioteca

Esta novedosa ley trajo consigo una serie de cambios al procedimiento concursal, los cuales están pensados para beneficiar a los deudores de buena fe que, por razones imprevisibles, han caído en insolvencia y no cuentan con los recursos suficientes para pagar todas sus deudas.

Se trata de un mecanismo jurídico que ha incorporado a nuestra legislación nuevas fases al ya conocido procedimiento concursal. Con esto no queremos decir que viene a sustituir la ley concursal ni mucho menos a su procedimiento. Ambas normas conviven y son aplicables de acuerdo a las circunstancias de cada caso.

La ley de Segunda Oportunidad no solo reconoce derechos y deberes, sino que además contempla una parte procedimental, en la que establece las normas por las que debe guiarse cada una de sus fases.

Entre sus características más relevantes se encuentra la incorporación del BEPI (Beneficio de exoneración del pasivo insatisfecho) el cual es, además, su punto más polémico.

Objetivo de la Ley de Segunda Oportunidad

La Ley de Segunda Oportunidad no solo se desenvuelve en el derecho mercantil, sino que además tiene un profundo sentido del derecho social.

Para su creación, el legislador ha pasado a analizar los efectos económicos y sociales que genera mantener a una persona inscrita en ficheros de morosos y endeudada para siempre.

Recordemos que es una ley dirigida a amparar a personas que, en definitiva, no tienen cómo pagar sus deudas. Estas personas se encontrarían entonces inscritas en ficheros de morosos y excluidas del desarrollo normal de la economía del país.

Lo que el legislador pretende es reincorporar a estas personas a la economía formal. Tomando en cuenta que mantenerlas indefinidamente marginadas del sistema económico, le llevaría inevitablemente a participar en la economía sumergida, la cual no se encuentra bajo el control y vigilancia del Estado, y de la que nadie obtiene verdaderos beneficios.

Ahora bien, esta ley no solo trata de beneficiar a los deudores a través del BEPI, sino que además contempla nuevas vías de negociación extrajudicial que bien pueden beneficiar a los acreedores impulsando acuerdos realistas para la recuperación efectiva de sus créditos.

Así pues, podemos afirmar que la Ley de Segunda Oportunidad persigue los siguientes objetivos:

  • Combatir la economía sumergida.
  • Ayudar a deudores de buena fe a reincorporarse al mercado financiero.
  • Mejorar la situación económica de miles de familias españolas asfixiadas por las deudas.
  • Propiciar acuerdos realistas.
  • Procurar la recuperación efectiva de los créditos.
  • Regular y vigilar el procedimiento concursal.
  • Velar por los derechos de deudores y acreedores.

¿Cómo funciona?

Para los deudores de buena fe, el principal beneficio de esta ley es la posibilidad de exonerar una buena parte de sus deudas pendientes. Pero ¿Cómo lo logra?

Esta norma está estructurada en base a tres fases: la fase de negociación extrajudicial, el procedimiento concursal y el beneficio de exoneración del pasivo insatisfecho.

Se trata entonces de verificar el cumplimiento exhaustivo de todos los requisitos que explicaremos más adelante, además del agotamiento inexcusable de todas las fases, incluyendo la liquidación del patrimonio del deudor, para luego exonerar lo que sea que haya quedado pendiente.

Así pues, es falso que la ley viole los derechos de los acreedores negándoles el cobro de sus créditos. Lo que la norma hace es vigilar que se abran nuevas vías de negociación y de no ser estas posibles, ejecutar el patrimonio del deudor para con esto satisfacer las deudas.

Lo realmente novedoso es que la norma, en vez de ordenar que el deudor siga atado a sus acreedores por el resto de su vida, pueda liberarse de las deudas cuando ya su patrimonio ha sido ejecutado y resultado insuficiente para la eliminación de todos los pasivos.

Sujetos protegidos por la Ley de Segunda Oportunidad

Existen múltiples mitos y creencias erróneas en torno a la Ley de Segunda Oportunidad. Una de ellas es que solo pueden acogerse a la norma las personas físicas.

Si bien este mecanismo jurídico está pensado, en principio, para naturales y autónomos, la verdad es que no excluye de su aplicación a las personas jurídicas. Por lo que las empresas insolventes también pueden acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad siempre y cuando cumplan con los requisitos.

¿Qué es un deudor de buena fe?

Al leer sobre la Ley de Segunda Oportunidad te toparás numerosas veces con el término “deudor de buena fe”.

En las ciencias jurídicas el deudor de buena fe es una abstracción que se usa como modelo de conducta socialmente deseada y aceptada. Se trata entonces de un modelo de deudor que se considera lícito.

Se considera deudor de buena fe aquellas personas que, a pesar de haber procurado el pago efectivo y oportuno de sus deudas, no ha logrado cubrirlas por completo por circunstancias ajenas a su voluntad.

Así pues, un deudor de buena fe deberá:

  • Procurar diligentemente el pago de sus deudas.
  • No poseer patrimonio suficiente para cubrir todas sus deudas.
  • Comunicar su insolvencia dentro del lapso legal.

La calificación de deudor de buena fe es particularmente importante en la aplicación de la Ley de Segunda Oportunidad. Esto es así porque la procedencia del BEPI está supeditada a la buena fe del deudor, la cual deberá ser demostrada durante el concurso de acreedores.

Requisitos para acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad

Para acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad y obtener el beneficio de exoneración del pasivo insatisfecho, es necesario:

  • Demostrar que se trata de un deudor de buena fe.
  • Poseer deudas pendientes cuya suma no supere los 5 millones de euros.
  • Probar que no se cuenta con suficiente patrimonio para pagar todas las deudas.

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Beneficios de la Ley de Segunda Oportunidad

A continuación, te explicaremos cuáles son los principales beneficios contemplados en la Ley de Segunda Oportunidad:

Negociación extrajudicial

El procedimiento de esta norma comienza con la fase de negociación extrajudicial. Se trata de una etapa pensada para impulsar acuerdos realistas entre el deudor y sus acreedores.

Durante esta fase, el deudor podrá proponer a sus acreedores un plan de pago que se adapte a su verdadera capacidad económica. Asimismo, durante estas negociaciones el deudor podrá a acceder a quitas y/o esperas.

Beneficio de Exoneración del Pasivo Insatisfecho

Ya habíamos mencionado que el BEPI es el mayor beneficio de esta norma. Se trata de una exoneración contemplada por la ley, a la que pueden acceder los deudores de buena fe luego de haber liquidado su patrimonio en favor de sus acreedores.

El BEPI es la última fase del proceso y, como su nombre lo indica, procede sobre el pasivo insatisfecho. Es decir, aquellas deudas que hayan quedado pendientes luego de la fase de liquidación, por motivo de la insuficiencia del patrimonio deudor.

Procedimiento de la Ley de Segunda Oportunidad

La Ley de Segunda Oportunidad suma al procedimiento concursal los mecanismos de negociación extrajudicial y el Beneficio de Exoneración del Pasivo Insatisfecho, pero en lo que respecta al procedimiento concursal como tal, este continúa desenvolviéndose bajo las normas de la Ley Concursal.

Bajo la luz de la Ley de Segunda Oportunidad, el procedimiento contempla las siguientes fases:

Fase de Negociación extrajudicial

El procedimiento de la Ley de Segunda Oportunidad inicia con la fase de negociación extrajudicial. Se trata de una serie de actuaciones que se llevan a cabo fuera de la sede judicial, y aún sin dar cuenta al juez mercantil.

La fase de negociación extrajudicial se inicia a través de solicitud en notaría y tiene una duración máxima de tres meses. Puede participar en esta fase un árbitro mercantil si así lo desean las partes.

Durante el desarrollo de esta fase, el deudor deberá presentar a sus acreedores un plan de pago en el que detalle cuál es el estado actual de sus finanzas y bajo qué condiciones sería capaz de pagar sus deudas.

Dicho acuerdo será sometido a la evaluación de los acreedores, quienes podrán aceptarlo total o parcialmente, o simplemente rechazarlo en su totalidad.

El acuerdo obtenido en esta fase tiene carácter vinculante y puede incluir quitas y esperas.

Fase del Concurso de acreedores

Vencido el plazo de tres meses sin que se haya logrado un acuerdo entre el deudor y sus acreedores, se deberá proceder, necesariamente, al concurso de acreedores.

Este será celebrado con observancia de las normas de la Ley Concursal y deberá ser solicitado ante el juez mercantil que corresponde según jurisdicción.

Durante el concurso de acreedores se determinará cuáles son los bienes que conforman el patrimonio del deudor, así como también se procederá a hacer la clasificación de los créditos. Esta última determinará el orden de pagos.

La parte más importante del concurso de acreedores es la liquidación, la cual tiene como objetivo enajenar todos los bienes del deudor para así utilizar esos fondos para pagar las acreencias en el orden determinado.

Fase del Beneficio de Exoneración del Pasivo Insatisfecho

Habiendo liquidado el patrimonio del deudor, si subsisten deudas pendientes que no han podido ser pagadas, el deudor podrá solicitar el BEPI.

Para su concesión, el juez determinará si el deudor cumple con todos los requisitos de ley, incluyendo la calificación de no culpabilidad resultante en el concurso.

El BEPI tiene efectos jurídicos inmediatos, por lo que al ser acordado se considerarán eliminadas todas las deudas que hayan quedado pendientes. Esto significa que el beneficiario será eliminado de todos los ficheros de morosos y podrá retomar las riendas de sus finanzas.

Ahora bien, este beneficio no es definitivo sino transcurridos cinco años desde el momento en que se acordó. Esto significa que durante este lapso los acreedores podrán presentar cualquier medio que pudiese probar que:

  • El deudor ha dejado de cumplir alguno de los requisitos de ley.
  • El deudor actuó de mala fe.
  • El patrimonio del deudor ha aumentado y es actualmente capaz de asumir sus deudas.

Si durante este plazo de cinco años alguno de los acreedores llegase a comprobar cualquiera de las causales mencionadas, el BEPI será revocado y se obligará al deudor pagar las deudas pendientes. Si, en cambio, ha vencido tal lapso sin que se haga la revocación, el beneficio adquirirá el carácter de definitivo.

Ventajas de la Ley de Segunda Oportunidad

Dos personas estrechando las manos en señal de acuerdo

Entre las múltiples ventajas de acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad, se encuentran:

Ganas un tiempo extra

En vez de iniciar directamente el concurso de acreedores y someter tu patrimonio a la administración del juez, con la Ley de segunda oportunidad tienes tres meses para encontrarte dentro de la legalidad sin perder el control de tus bienes. Lo que te permite intentar un último esfuerzo para recuperar tu capacidad financiera y así evitar la liquidación de tus bienes.

Congela intereses y ejecuciones

Desde el momento en que solicitas acogerte a la ley de segunda oportunidad, los intereses de tus deudas dejarán de correr. Además, se paralizarán todos los embargos y ejecuciones individuales.

Puedes obtener quitas y esperas

Durante la fase de negociación extrajudicial, puedes obtener un acuerdo de pago que se adapte a tus necesidades. Lo que te permitirá salir de tus deudas y al mismo tiempo conservar tu patrimonio. Este acuerdo podrá tener quitas y/o esperas, de manera que, aún sin liquidar tu patrimonio, tienes la posibilidad de pagar menos.

Te saca de los ficheros de morosos

Al eliminarse todas las deudas, dejarás de estar insolvente. Por lo que los ficheros de morosos deberán sacarte de sus listas. Esto significa que podrás acceder a nuevas formas de financiamiento, responsablemente.

Se eliminan todas las deudas

Con el BEPI se eliminarán todas las deudas que hayan quedado pendientes luego de liquidado tu patrimonio. Por lo que no importa si no cuentas con suficientes bienes, igual podrás salir de todas tus deudas.

Desventajas de la ley de segunda oportunidad

Para acogerte a esta ley deberás tener en cuenta que existen algunas consecuencias jurídicas y económicas qué enfrentar. Algunas de estas son:

Pierdes tu patrimonio

Si transcurren los primeros tres meses y no has logrado un acuerdo extrajudicial, estás obligado a solicitar el concurso de acreedores en sede judicial. Esto significa que perderás el control de tu patrimonio desde el momento en que el juez mercantil así lo ordene y esto inevitablemente avanzará hasta la liquidación de todos tus bienes.

Costes del procedimiento

Cada fase del procedimiento tiene una serie de gastos asociados. Desde las notificaciones y publicaciones pertinentes hasta el pago de honorarios de todos los profesionales que hayan intervenido desde la fase extrajudicial hasta el BEPI. Todo esto suma una cantidad de dinero que deberá ser satisfecha con tu patrimonio.

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Preguntas frecuentes sobre la Ley de Segunda Oportunidad

¿Quién puede acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad?

Las personas físicas y las jurídicas tienen el mismo derecho de acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad. Procederá igual este recurso a favor de comerciantes y no comerciantes, autónomos y dependientes.

¿Qué deudas se pueden eliminar con la Ley de Segunda Oportunidad?

Siempre que se hayan satisfecho los créditos privilegiados y los créditos contra la masa, todas las deudas que subsistan luego de liquidado el patrimonio podrán ser objeto de exoneración cumplidos los requisitos.

Nancy Toro

Nancy Toro

Abogada especialista en Derecho Bancario y Financiero.

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